Beguinas y Pobres de Dios
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Año de fundación: 2001
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Sometidas a la autoridad municipal, se regían por los preceptos legales y normas de comportamiento que ésta dictaba, gozando de especial protección. Sus integrantes eran mujeres normalmente cultas y pudientes, solteras, casadas o viudas, que tomaban el hábito religioso y que profesaban la castidad y la sencillez de vida a través de votos privados, pero que en ningún momento estaban sometidas a ninguna regla monástica.
Vivían, temporal o definitivamente en los beguinarios, cerca de iglesias y hospitales en humildes habitaciones, donde estudiaban, rezaban, trabajaban con las manos y atendían a los necesitados. Cada beguinario se bastaba a si mismo y tenia sus propias normas. En ellas no mandaba nadie, ni Iglesia ni hombres. Eran libres, no tenían votos, ni era una orden religiosa. Una curiosidad es el hecho de que el ingreso de una mujer en una comunidad de beguinas no le obligaba a mantener la castidad de por vida, pudiendo contraer matrimonio posteriormente.