Cambistas de Vellón
(Monetae Mensarii) |
Año de fundación: 2000
|
A medida que el comercio se
desarrollaba fueron surgiendo nuevos oficios relacionados con el dinero.
Cada territorio disponía de su propia moneda, por lo que los comerciantes necesitaban hacer cambios en las diferentes localidades.
Los encargados de hacerlo eran los cambistas, que cobraban una comisión por llevar a cabo ese intercambio monetario.
También utilizaban balanzas y pesas de precisión, con las que pesaban las monedas e incluso las cambiaban por metales preciosos y joyas. Realizaban su trabajo en puestos que se les asignaban en las ferias, y mercados, al aire libre o bajo los soportales.
El montaje era muy sencillo, constaba simplemente de un banco y un tablón, a modo de mesa, denominado banca. Sobre ella se contaba el dinero, se hacían los pagos, cobros, cambios y todo tipo de operaciones monetarias. Si alguno pretendía actuar de manera deshonesta, abusar o saltarse las normas para ganar dinero fácil, allí mismo, y, públicamente, se rompía su banca a fuerza de golpes. De ahí el termino bancarrota que ha llegado hasta nuestros días.
Cada territorio disponía de su propia moneda, por lo que los comerciantes necesitaban hacer cambios en las diferentes localidades.
Los encargados de hacerlo eran los cambistas, que cobraban una comisión por llevar a cabo ese intercambio monetario.
También utilizaban balanzas y pesas de precisión, con las que pesaban las monedas e incluso las cambiaban por metales preciosos y joyas. Realizaban su trabajo en puestos que se les asignaban en las ferias, y mercados, al aire libre o bajo los soportales.
El montaje era muy sencillo, constaba simplemente de un banco y un tablón, a modo de mesa, denominado banca. Sobre ella se contaba el dinero, se hacían los pagos, cobros, cambios y todo tipo de operaciones monetarias. Si alguno pretendía actuar de manera deshonesta, abusar o saltarse las normas para ganar dinero fácil, allí mismo, y, públicamente, se rompía su banca a fuerza de golpes. De ahí el termino bancarrota que ha llegado hasta nuestros días.
Ubicación haima: Plaza de Las Monjas |