Parroquia de San Pedro
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Año de fundación: 2006
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En la actualidad resulta
muy fácil poderse hacer una idea aproximada de cuál fue el aspecto original que
tuvo el conjunto parroquial de San Pedro, al haberse conservado hasta hoy día
buena parte de sus estructuras constructivas.
Las primeras referencias a la parroquia se remontan a 1196, cuando era alcalde en representación suya Pedro Cervera.
La reforma del templo románico original y primigenio debió dar comienzo por el campanario, que guarda ciertas similitudes con el presente en la Catedral. En fechas más tardías se procedió a la demolición de la primitiva fábrica románica, con el fin de dar paso a un nuevo edificio de mayor tamaño y calidad constructiva.
De una sola nave, la nueva construcción responde al modelo típico de iglesia-fortaleza, contando con una torre-puerta, que posee en su planta inferior un paso que permite la circulación.
La ejecución de esta obra se alargó mucho en el tiempo, pues en 1319 se habla de grandes cantidades de dinero para su construcción. Ese año se sacaron 2.000 sueldos de la capellanía de don Gil Ximénez de Segura para invertirlos en la obra en ejecución. El altar mayor no se consagró hasta el año 1392.
San Pedro conserva el único claustro mudéjar turolense, que en 1383 todavía estaba en construcción, por encargo de Francisco Sánchez Muñoz, a cambio de tener acceso directo desde su casa al templo, a través de un postigo.
Las primeras referencias a la parroquia se remontan a 1196, cuando era alcalde en representación suya Pedro Cervera.
La reforma del templo románico original y primigenio debió dar comienzo por el campanario, que guarda ciertas similitudes con el presente en la Catedral. En fechas más tardías se procedió a la demolición de la primitiva fábrica románica, con el fin de dar paso a un nuevo edificio de mayor tamaño y calidad constructiva.
De una sola nave, la nueva construcción responde al modelo típico de iglesia-fortaleza, contando con una torre-puerta, que posee en su planta inferior un paso que permite la circulación.
La ejecución de esta obra se alargó mucho en el tiempo, pues en 1319 se habla de grandes cantidades de dinero para su construcción. Ese año se sacaron 2.000 sueldos de la capellanía de don Gil Ximénez de Segura para invertirlos en la obra en ejecución. El altar mayor no se consagró hasta el año 1392.
San Pedro conserva el único claustro mudéjar turolense, que en 1383 todavía estaba en construcción, por encargo de Francisco Sánchez Muñoz, a cambio de tener acceso directo desde su casa al templo, a través de un postigo.
Ubicación haima: Plaza de San Juan |