Los siervos
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Año de fundación: 2011
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Los siervos se encontraban en el peldaño más bajo de la sociedad, sólo con los cautivos por debajo de ellos. Se desconoce con precisión el volumen numérico de este grupo.
Sus ocupaciones eran múltiples, desde trabajar en los campos o
pastorear los ganados del señor, hasta realizar tareas domésticas. A cambio de
sus servicios recibían su sustento y un salario, ya bien en dinero o en
especie.
Sus condiciones de vida variarían ostensiblemente, en función del
acuerdo rubricado con sus señores al contratarlos. A pesar de vivir bajo la
autoridad y potestad disciplinaria de sus amos, el Fuero reconoce determinados
derechos para ellos. Su responsabilidad jurídica era menor que la de otros
habitantes de la villa, pudiendo equipararse con la de los hijos de la casa.
Estaban exentos de ir a la hueste, de pagos y carecían del estatuto de
vecindad, aunque estarían amparados por el de sus amos. En su artículo 462 el
Fuero protegía tanto los derechos de los siervos como los de sus dueños,
defendiendo específicamente la dignidad de los obreros, pero protegiendo al
mismo tiempo la vida de sus amos.