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Bodas de Isabel de Segura. 29ª Edición. 20-23 Febrero 2025. Faltan

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Marcada por su perímetro amurallado, en la Villa de Teruel se documentan nueve iglesias, que serán el centro de sus correspondientes parroquias: Santa María de Mediavilla (posterior Catedral), San Martín, San Jaime o Santiago, San Salvador, San Juan (desaparecida), San Andrés, San Estéban, San pedro y San Miguel. Además podemos encontrar varias calles importantes que recorren los principales ejes de comunicación dentro del recinto amurallado. Los habitantes de esas parroquias y calles, y la representación de sus estatus sociales y modos de vida los encontramos reflejados en los grupos que componen este apartado.

Barrio de La Judería
Los judíos turolenses se concentraban en el barrio de la judería, ubicado en el lugar del mismo nombre que ha perdurado hasta la actualidad y que constituye el punto más elevado de toda la villa. De este punto salen una serie de callejuelas estrechas y muy empinadas. Al igual que sucedía con la morería, la judería tampoco estuvo segregada hasta la Baja Edad Media, cuando así se ordenó por imperativo eclesiástico y quedó cerrada por muros y abierta por portales.
Barrio de La Morería
Los primeros musulmanes presentes en Teruel tuvieron la condición de prisioneros de guerra, reducidos a cautividad en el marco de las campañas militares lanzadas sobre la frontera. Sin embargo, en su mayor parte los cautivos regresarán a territorio musulmán tras el pago de su correspondiente rescate. Será tras la conquista de Valencia cuando arraigue el componente musulmán, pues muchos preferirán quedarse en lugar de partir hacia un incierto futuro en el sur. Éste será el germen de la morería turolense.

 Barrio del Arrabal
A causa del crecimiento poblacional sufrido por la villa de Teruel durante las primeras décadas del siglo XIII, el espacio intramuros empezó a quedarse pequeño. Esta circunstancia obligó a los pobladores a salir extramuros, dando comienzo entonces el poblamiento del Barrio del Arrabal (Raval en la documentación conservada). Se eligió este espacio por ser el más accesible, al emplazarse en una vaguada con una suave pendiente. También desde el siglo XIV se documenta el Rabalejo, actualmente las Cuevas del Siete.
 Calle del Tozal
De entre todo el trazado urbano turolense, el eje viario más importante era el configurado por la calle de El Tozal, denominado así por ser la parte más elevada de la villa, que terminaba en la Puerta de Zaragoza y la de la Albardería o San Salvador, que daba a la Puerta de Guadalaviar. Especialmente transitada resultaba la Calle de El Tozal, por ser también la principal vía de entrada de los habitantes que vivían en el Barrio del Arrabal, el único barrio que se localizaba extramuros.

 Calle de los Ricos Hombres
Una de las principales arterias del Teruel medieval era la de los Ricos Hombres (último tramo de la actual Calle Amantes), que comunicaba la Puerta de Daroca con la Plaza Mayor. Su nombre lleva a pensar en una importancia mayor que la del resto de las calles colindantes, por el hecho de que hubieran fijado en ella su residencia algunos de los principales notables de la villa. No obstante, la información al respecto resulta insuficiente como para realizar esta aseveración.

 Parroquia de San Andrés
Al igual que el resto de parroquias turolenses, la de San Andrés aparece documentada por primera vez ya en 1196. Sin embargo, actualmente ya no queda nada de esa iglesia original de traza románica ni tampoco de la que debió sustituirla, pues el actual templo es barroco del siglo XVII. Como todas las iglesias medievales de Teruel contó con cementerio propio, que se ubicaría en este caso tras el altar mayor y la sacristía.

 Parroquia de San Estéban
La iglesia de San Esteban, ya desde los primeros momentos de su creación, debió ser un edificio de fábrica pobre y de pequeñas dimensiones, pues en muchos casos se la llega a mencionar como ermita. Su número de feligreses sería escaso, a tenor del lugar periférico donde se hallaba, próxima a la muralla cerca del Portal Nuevo y rodeada por otras parroquias. Eso motivó su agregación en 1292 a la de San Pedro, aunque siguió manteniendo su titularidad como parroquia.
 Parroquia de San Jaime o Santiago
La iglesia de San Jaime o Santiago, junto a la de San Juan y a la de San Esteban, son las tres de las nueve parroquias originales que no se han conservado hasta la actualidad. Su destrucción se produjo durante la batalla de Teruel en el marco de la Guerra Civil, donde sufrió daños de tanta consideración, especialmente a causa de las minas explosivas, que terminaría siendo demolida por Regiones Devastadas ante la imposibilidad de poder proceder a su reconstrucción.
 Parroquia de San Juan
La parroquia de San Juan es una de las nueve parroquias que ya se mencionan en 1196, ubicándose en el entorno de las actuales calles Joaquín Arnau, Santa Cristina, Padre Tomás Lozano, Tomás Nougués, Barón, Portal de Valencia y MIguel Vallés, teniendo como centro, además de la propia plaza, que actualmente tiene el mismo nombre, la desaparecida iglesia de San Juan Bautista, localizada en el espacio que ocupa la actual Subdelegación del Gobierno.
 Parroquia de San Martín
La parroquia de San Martín aparece ya documentada en 1196 junto al resto de parroquias turolenses. Hoy en día resulta sumamente fácil su localización, por haberse preservado hasta la actualidad su ubicación en las proximidades de la Puerta de Daroca y cerca del espacio ocupado por la morería. Su cercanía a la iglesia de Santa María de Mediavilla, así como a las de Santiago (San Jaime) y San Miguel, limitaban su zona de influencia, siendo un barrio de gente humilde.
 Parroquia de San Miguel
La existencia de la parroquia de San Miguel se remonta a los orígenes de la villa de Teruel. Aunque en un primer documento, de 1196, se menciona a las otras ocho parroquias restantes y no a ella, también existía ya en aquel año. La ausencia de ese listado se debe a que su representante ostentaba en ese momento el cargo de juez de la villa.
 Parroquia de San Pedro
En la actualidad resulta muy fácil poderse hacer una idea aproximada de cuál fue el aspecto original que tuvo el conjunto parroquial de San Pedro, al haberse conservado hasta hoy día buena parte de sus estructuras constructivas. Las primeras referencias a la parroquia se remontan a 1196, cuando era alcalde en representación suya Pedro Cervera. La reforma del templo románico original y primigenio debió dar comienzo por el campanario, que guarda ciertas similitudes con el presente en la Catedral.
 Parroquia de San Salvador
La primitiva iglesia del Salvador se encontraba ubicada cerca de la Puerta de Guadalaviar, en el lugar que ocupa actualmente la iglesia del mismo nombre. Aparece ya citada como parroquia en 1196, aunque no queda nada de la iglesia románica original ni tampoco de sus reconstrucciones posteriores. La fábrica actual data de finales del siglo XVII, reedificada tras producirse un derrumbe. El único elemento que pervive de estas fases iniciales es la torre mudéjar, fechable en las primeras décadas del siglo XIV.
 Parroquia de Santa María de Mediavilla
La iglesia de Santa María de Mediavilla recibió su nombre por hallarse más o menos en el espacio central de la villa. Esta posición le otorgará ya una preeminencia desde los primeros momentos, pues incluso en el Fuero se especifica que para los pregones debía ser tocada la campana de esta iglesia. Se trata por tanto de un barrio de alto nivel social, por ser la zona de mayor vitalidad económica, pero también donde se concentra el poder político concejil.